"Pues vaya gilipollez" dices, mientras nombras a tu principe #3 -1/+0/-2 gobernador del rincón más recóndito y asqueroso de tu reino. "Bueno, por lo menos ahora que es gobernador, el capullo tiene un +1 en Liderazgo y alguna hostia meterá".
ERRORNombrar a un personaje gobernador es una decisión importante. Primero, porque
el título de gobernador es hereditario, y cuando´el actual incumbente muere,
pasa a su sucesor de la misma forma que la corona.
"Bueno, no es pa tanto", insistes.
ERROREs cierto que mientras no haya sucesor, no es para tanto.
Pero en cuanto el gobernador tiene un hijo, ya hay varias consideraciones.
1- Igual el gobernador anterior era el puto crack administrando y te sacaba 2 lujos cada turno con su Carisma +2, pero claro, su hijo tiene sus propias características... Y como te salga el hijo tonto de Rajoy, pues ya puedes preparar el culo. No vuelves a ver un Lujo mientras viva...
2- Cuando hay rebeliones, el Carisma del gobernador es uno de los modificadores a la tirada. Y ttambén modifica si está o no en la provincia.
3- Una vez pasa el título a un heredero, está fuera del control del monarca. No pasa nada mientras se mantenga en su familia, pero no es nada difícil que acabe en manos de un personaje de una dinastía extranjera...
4- Cuidado con las invasiones. Si un jugador malvado te quita una provincia y hace a un personaje suyo gobernador, puedes sacarlo a leches y le dejas sin tierra ni título. Pero si este personaje tiene un hijo al que pasarle el título, además de echar al petardo de tu provincia tienes que esperar a que se muera, y "saltarte" al heredero legítimo para poderle pasar el título de vuelta a alguien de tu facción... Y eso quiere decir que tienes que tirar Rebelión en todo tu reino.
Así que cuidadín con hacer gobernadores, y con quién los casas...